Historias de Cuba en laboratorio venezolano para detectar Covid-19

Por Dailyn Ruano Martínez

Caracas (Prensa Latina) Historias de entrega profesional y responsabilidad en el diagnóstico de Covid-19 protagonizan especialistas de la medicina cubana desde un moderno laboratorio de biología molecular en Venezuela.

Mientras ocupa su puesto de trabajo en el departamento de recepción y clasificación de muestras del examen de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) de un grupo de pacientes, la doctora Mabel Fernández de Velazco espera noticias procedentes de Cuba sobre el parto de su hija Miladys, con un embarazo gemelar a término.

Todos los días de la semana el equipo de 28 profesionales con elevada calificación y experiencia en el manejo de tecnología de punta labora para detectar la presencia del patógeno SARS-Cov-2, tanto en exámenes realizados a venezolanos como a colaboradores de la misión médica cubana.

A un lado Mabel deja las preocupaciones familiares, y con la madurez de sus 33 años de experiencia laboral extrema las medidas de bioseguridad junto a sus compañeros, en la primera fase del procesamiento de las pruebas.

Aquí recibimos las cavas refrigerantes procedentes de diferentes estados del país, las desinfectamos primero y luego verificamos las fichas de los virocult (frascos) y los organizamos en listas de 23 para procesarlos, precisa la especialista.

Con agilidad y profesionalidad fluye la dinámica del laboratorio enclavado en el Centro Nacional de Genética Médica Doctor José Gregorio Hernández, de la parroquia Guarenas, en el centro norte del estado de Miranda, en función de un diagnóstico confiable y certero en el menor tiempo posible.

La especialista de segundo grado de microbiología María Rosarys Martínez aguarda en el siguiente departamento donde realizan la inactivación del virus, al asegurar la pérdida total de la infectividad sin afectar la información genética del patógeno, para continuar el proceso de investigación del PCR.

Cuando trabajamos de manera automatizada, utilizamos un bloque térmico –que es un equipo para inactivar por calor a 56 grados durante 30 minutos- y realizamos además el etiquetado de cada prueba, verificamos la compatibilidad con el virocult para evitar errores, explica la bacterióloga.

En su primera prestación de servicios fuera de Cuba, la doctora del Centro de Medicina Tropical Pedro Kourí expresa su orgullo por la contribución al diagnóstico de la Covid-19 en Venezuela, ‘emociona cumplir con una misión tan importante como me enseñaron mis padres’.

También integrante del prestigioso equipo de expertos del laboratorio, la microbióloga del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de La Habana Yoslaine Ruíz trabaja en esta área de la extracción del ácido ribonucleico ARN, ya sea por vía manual o automatizada.

Contamos con una tecnología robotizada de origen chino que procesa 184 muestras en 80 minutos, con un método de extracción basado en perlas magnéticas, lo cual agiliza de forma considerable el mecanismo, detalla la especialista.

‘Representa una gran experiencia en mi carrera por el intercambio con la comunidad científica venezolana y me siento impulsora de este laboratorio junto a mis colegas cubanos en la gran batalla por acortar las cadenas de contagio del letal patógeno’, subraya Ruíz.

Desde su llegada a la nación suramericana en abril, la joven experta participó en el asesoramiento para la certificación y puesta en marcha del equipamiento tecnológico, así como los flujos del proceso en el laboratorio inaugurado de manera oficial a inicios de septiembre último.

Una vez realizada la extracción del ARN, el último procedimiento corresponde al área de muestras de PCR, lugar donde se determina el resultado positivo, negativo o con orden de repetir, refiere la licenciada en Microbiología Tania Hernández.

‘El PCR es una técnica muy sensible, analizamos la presencia de material genético, en este caso de virus SARS-Cov-2 y trabajamos con una gran responsabilidad en la interpretación de cada caso para ofrecer un diagnóstico seguro; en caso de ser dudoso, repetimos el proceso’, asegura la doctora.

Mientras pacientes y autoridades sanitarias aguardan por la valiosa información, el técnico medio en estadística Dubal Kain Morales asegura la transmisión inmediata a las autoridades sanitarias de Venezuela y de la misión médica cubana apenas recibe los listados.

‘Trabajamos en tiempo real, durante muchas horas de desvelo y con una inmensa responsabilidad con el fin de cortar las cadenas de contagio y de evitar la llegada a Cuba de algún caso positivo procedente de Venezuela’, refiere el colaborador de la central provincia cubana de Sancti Spíritus.

De notoria importancia en la dinámica del laboratorio, el trabajo de un grupo de informáticos de la misión médica cubana facilita la transcripción a la plataforma del Instituto Nacional de Higiene de todas las planillas de los pacientes que llegan para ser procesadas.

Los 28 profesionales que asumen el diagnóstico de Covid-19 en el laboratorio de biología molecular de Guarenas -único de su tipo gestionado por colaboradores de la Isla en la nación suramericana- integran la decimotercera brigada del Contingente Ernesto Guevara.  (PL)

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