Rodolfo Machaca, integrante por 12 años de la Confederación Sindical Única de los Trabajadores y Campesinos de Bolivia y miembro de la Dirección del Movimiento al Socialismo (MAS), y María de Lourdes Santiago, vicepresidenta del Partido Independentista de Puerto Rico, dieron lectura frente al auditorio a la declaración final de este encuentro.
«Se abren tiempos de esperanza. La unidad es vital y constituye un deber, la movilización un grito de orden, la organización popular una tarea inminente y la integración una estrategia que nos llevará a la victoria», recoge el preámbulo.
El texto plantea el compromiso de respaldar la Declaración de Solidaridad con Cuba aprobada en dicho encuentro, con «acciones permanentes, intensivas y sistemáticas de alto impacto mediático contra la escalada agresiva del imperialismo yanqui, como parte de la campaña internacional Manos Fuera de Cuba».
Se reafirma y defiende la vigencia de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz y se revelan los graves riesgos que entraña la decisión de activar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).
Además, se expresa la firme solidaridad con la Revolución bolivariana y chavista en Venezuela, la unión cívico-militar de su pueblo y su legítimo Presidente Nicolás Maduro Moros, y se hace un llamado a intensificar la movilización en reclamo de la inmediata liberación de Luiz Inácio Lula da Silva.
Los participantes acordaron felicitar al pueblo del Estado Plurinacional de Bolivia por su victoria en el proceso electoral y al Presidente Evo Morales por su reelección, denunciar los intentos de golpe de Estado desatados por sectores de la oposición boliviana, instigados por Estados Unidos, y condenar las intentonas de la administración estadounidense de desestabilizar al Gobierno de Nicaragua.
También demandaron la independencia de Puerto Rico y expresaron la solidaridad con las naciones del Caribe en su legítimo reclamo de reparación por las secuelas de la esclavitud, así como el trato justo y diferenciado en el enfrentamiento al cambio climático.
La declaración final apoya la demanda histórica del pueblo argentino por la recuperación de las islas Malvinas y denuncia a los gobiernos que, siguiendo los dictados del imperialismo yanqui y la receta del Fondo Monetario Internacional, imponen «a sangre y fuego a sus pueblos políticas neoliberales de choque, profundizando la injusticia social y afectando especialmente a los sectores más vulnerables de la sociedad».
Además, defiende la decisión del pueblo de Chile a revelarse en las calles con rebeldía para «abrir las grandes alamedas» y condena la represión en este país y en Ecuador; rechaza al gobierno proimperialista de Jair Bolsonaro, «plegado a los intereses de Estados Unidos y empeñado en revertir los avances alcanzados en Brasil y en la integración regional».
Respalda el derecho del pueblo colombiano a la paz y a defender la implementación plena del acuerdo final para lograrla, expresa la solidaridad hacia el pueblo de Haití en su lucha por la justicia social, y denuncia la intromisión del imperialismo en los asuntos internos de los países de África y Oriente Medio.
Entre otros acuerdos, felicita al pueblo argentino y a su Presidente electo, Alberto Fernández, por su triunfo en las urnas; saluda al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador en México y su contribución a la unidad en la región; se solidariza con el Frente Amplio de Uruguay; apoya la causa histórica de los pueblos saharaui y palestino por su derecho a la libre determinación; y demanda el fin de la intervención imperialista contra Siria y el pleno respeto a su soberanía e integridad territorial. (Granma)