Gail Walker, hija del reverendo estadounidense Lucius Walker y directora ejecutiva de la Fundación Interreligiosa por la Organización Comunitaria (IFCO), a la cual pertenece la Caravana Pastores por la Paz, dio lectura a la Declaración de Solidaridad con la Revolución Cubana.
Los participantes en el evento ratificaron que la hostilidad del gobierno de Estados Unidos contra Cuba, el recrudecimiento del bloqueo y la aplicación de la Ley Helms-Burton, así como sanciones adicionales de Washington, constituyen el obstáculo principal para el desarrollo socioeconómico de la nación cubana, un ataque contra su soberanía y una violación flagrante de los principios del Derecho Internacional.
«Nosotros, los pueblos del mundo, necesitamos el ejemplo de Cuba, y así tenemos el compromiso de defenderla de los ataques del imperialismo yanqui y apoyarla en el cumplimiento de sus grandes aspiraciones de construir una nación próspera y sostenible, con la máxima martiana de que: “Quien se levanta hoy con Cuba se levanta para todos los tiempos”».
Inspirados también en el legado de Fidel y de los más de 150 años de lucha, resistencia y victoria de nuestra Patria, los más de 1 300 delegados colectivamente exigieron el levantamiento del genocida bloqueo y condenaron la implementación de la Ley Helms-Burton; apoyaron el proyecto de resolución titulado «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba», que se presentará nuevamente ante la Asamblea General de Naciones Unidas los días 6 y 7 de noviembre; y demandaron la devolución a Cuba del territorio ocupado ilegalmente por la Base Naval de Estados Unidos en Guantánamo.
Además, rechazaron las agresiones crecientes del Gobierno de EE. UU. y sus aliados contra el programa de colaboración médica cubana, exigieron el cese de los programas de subversión contra Cuba, y acordaron divulgar la verdad sobre nuestro país frente a las campañas difamatorias de los medios de difusión financiados por la administración estadounidense. Asimismo, reiteraron que Cuba es una nación segura, pacífica y saludable para los cubanos, los extranjeros, los diplomáticos acreditados y para los millones de personas que la visitan cada año, incluidos los ciudadanos estadounidenses.
Los miles de representantes de movimientos sociales de más de 90 naciones reunidos en La Habana condenaron también la implementación de la Ley Helms-Burton, según la declaración leída por la directora ejecutiva de Pastores por la Paz, Gail Walker.
Apoyaron igualmente la resolución cubana que pide el fin del cerco económico presentada desde 1992 en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Rechazaron la agresión de Washington y sus aliados contra el programa cubano de colaboración médica, ‘una de las expresiones más nobles del espíritu solidario e internacionalista de la Revolución cubana’, refirió la activista estadounidense.
Según Walker, los participantes al evento demandaron además el cese de los programas de subversión y desestabilización contra Cuba, mientras subrayaron su derecho a la libre determinación.
La declaración solidaria incluyó asimismo el compromiso a divulgar la verdad sobre el país caribeño silenciada, distorsionada y manipulada por los grandes conglomerados mediáticos financiados por la administración de Donald Trump.
Destacaron la firmeza y férrea unidad del pueblo cubano, así como sus aspiraciones de construir una nación próspera y sostenible. (Granma/PL)
Siempre con Cuba 