Rosario, Argentina.- En una jornada cargada de emociones, el ex presidente uruguayo José Mujica y el héroe cubano Antonio Guerrero recorrieron la casa donde el Che nació hace 90 años, acompañados por su entrañable amigo de la infancia y juventud Calica Ferrer.
En un día especial, cuando se cumplen exactamente nueve décadas del nacimiento del primero de los Guevara de la Serna, la vivienda ubicada en las intersecciones de Entre Ríos y Urquiza, recibió a los dos invitados especiales quienes llegaron a Rosario para rendirle tributo.
Los actuales dueños del segundo piso del apartamento donde Celia de la Serna trajo al mundo a quien más tarde se convertiría en el Che, accedieron a abrir las puertas para recibir a los visitantes ilustres que conocieron historias del guerrillero heroico de la mano de su entrañable amigo.
Acompañados por la intendenta de la municipalidad de Rosario, Monica Fein, y varios miembros de su equipo de trabajo, Mujica y Guerrero observaron varias fotos que cuelgan en las paredes de la casa natal del Che, donde parecería que el tiempo estuviera congelado.
Calica, quien a punto de cumplir 90 años conserva en su memoria cada detalle y gesto de su amigo, les contó historias a los presentes, apeló a los recuerdos y describió uno a uno a todos los familiares y conocidos inmortalizados en las instantáneas que cuelgan en las paredes.
‘El siempre tuvo ese toque de aventura en todo lo que tenía en su vida, él hablaba del espíritu aventurerístico’, contó el amigo del Che, quien lo conoció cuando él tenía apenas tres años y forjaron una profunda amistad que los llevó a recorrer juntos el continente en su segundo viaje en motocicleta.
Guerrero, quien junto a sus otros cuatro hermanos de causa estuvo preso en Estados Unidos por defender a su país de actos terroristas, relató que algunas de esas imágenes, una en particular donde se le ve al Che junto a Fidel Castro, le sirvieron de inspiración para crear varias de las pinturas que realizó durante sus 16 años de prisión.
A la salida del lugar, Mujica declaró a Prensa Latina que hoy ‘el mayor homenaje que le podemos hacer al Che es muy sencillo: no quedarnos quietos’.