El desfile militar y marcha combatiente del pueblo, convocada en homenaje a la heroica sublevación de Santiago de Cuba, al aniversario 60 del desembarco de los expedicionarios del yate Granma, al Comandante en Jefe de la Revolución, Fidel Castro, y dedicado a la juventud cubana, comenzó este lunes dos de enero, presidido por el Presidente, General de Ejército Raúl Castro.
La historia navega hoy, digna y orgullosa, por la Plaza. El yate insignia de la Revolución surca el emblemático escenario de tantas victorias, guiado por los abanderados del futuro, cuyas pañoletas remedan las encrespadas aguas atravesadas por la embarcación, que condujo a la patria 82 promesas de libertad.
Los rodea un río enardecido de patriotismo, que marcha dispuesto por el camino que les señalaron aquellos que vistieron por primera vez el uniforme verde olivo en Santiago de Cuba el 30 de noviembre, y los que el 2 de diciembre dieron vida en Las Coloradas, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, aguerrido relevo del Ejército Libertador de la independencia y del Ejército Rebelde que coronó la victoria definitiva un amanecer de enero hace 58 años.
Es el desfile de la mejor tropa, como denominó al pueblo el invicto Comandante en Jefe. La marcha avanza resuelta, compacta, indivisible como la nación toda a la que representa. De cada pecho brota, como un grito de combate, una sola frase: ¡Somos Fidel! Y él está allí, como siempre, junto a Martí.
«Que monstruos, no saben la inteligen¬cia, el carácter, la integridad, que han asesinado». Así definió Fidel el atroz crimen en el que perdió la vida Frank País García.
El joven maestro fue el jefe de la heroica sublevación de Santiago de Cuba el 30 de noviembre de 1956, en apoyo al desembarco del yate Granma, cuyos 82 tripulantes bajo el mando de Fidel venían decididos a conquistar la independencia definitiva de la Patria. Ese día la Revolución se vistió por primera vez de verde olivo. Los hombres y mujeres dirigidos por Frank se enfundaron en el glorioso uniforme para el combate.
Cayeron Pepito Tey, Otto Parellada, y Tony Alomá, pero se inmortalizaron en el martirologio de la nación. La ciudad se vistió de heroísmo. Santiago de Cuba y sus santiagueros fueron también protagonistas. Escondieron y protegieron a los combatientes, atendieron y cuidaron de los heridos, ofrecieron sus viviendas y, alertas, comunicaban cualquier movimiento enemigo.
El Granma llegó el 2 de diciembre del propio año, cual prólogo del Ejército Rebelde, y con justicia fue elegida la fecha como Día de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Por Frank y sus compañeros, por las FAR, por Fidel, guía e inspirador de la unidad y el sentimiento patrio marcharemos este 2 de enero en la Plaza de la Revolución José Martí. Y por la juventud, heredera de aquellos veinteañeros que con su vida levantaron la soberanía e independencia de la Patria. El 30 de julio del 2007, a 50 años del asesinato de Frank, el General de Ejército Raúl Castro Ruz encendió una llama eterna en homenaje a él y a los que como él han caído, y expresó: «Frank País es paradigma de la estirpe indoblegable de la juventud». Dijo que la actual generación de revolucionarios la encendía como nueva muestra del compromiso sagrado con nuestros muertos, «ante quienes juramos, una vez más, que seremos fieles a su memoria y a su ejemplo». Por ellos, por nuestra Cuba, también marchamos.
(Siempre con Cuba/Granma/Trabajadores)